Cuando hablamos de cantera, siempre se nos va a la cabeza jóvenes jugadores que cada día llenan de ilusión los campos de juego dispuestos a luchar por un sitio en el fútbol profesional. Pero hay otra cantera igual de predispuesta y con la misma necesidad para tener una oportunidad, son los jóvenes técnicos. Guillermo es un entrenador de sobra conocido para todos los que apoyamos el fútbol base, cada año consigue los méritos suficientes para ir avanzando en su camino profesional, un camino que le sitúa, sin duda, en los mejores equipos y ligas en poco tiempo. Campeón de España siendo seleccionador de Madrid, articulista de varias revistas futbolísticas, ponente de charlas y un largo etcétera son las diversas actividades que le diferencian de sus compañeros como un técnico relevante en ideas, proyectos y con la mirada puesta cada año en mejorarse como entrenador. Acaba de proclamarse campeón de liga juvenil con el Celta de Vigo, consiguiendo unos números impresionantes basándose en una propuesta de juego ideal.
En su trabajo le define “la humildad y la ilusión con la que afronto cada entrenamiento con mis jugadores para sacar el máximo jugo de ellos”. Da mucha importancia a su relación con la plantilla y a valorar el lado más humano de cada jugador “del fútbol me quedo con la complicidad con mis futbolistas”. Es devoto de los buenos jugadores y del buen juego, siempre valorando todos los detalles de cada partido, “las soluciones en el fútbol son las mismas en juveniles que en primera, entre categorías solo cambia la velocidad con la que se ejecuta”.
En su filosofía de fútbol esta su filosofía de vida “siempre hay que luchar por lo que uno cree, y estar dispuesto a mejorar en cada momento”. Una manera de entenderle mejor es como es capaz de gestionar los momentos de euforia “en el fútbol lo importante no es ganar sino saber como se gana, siempre hay que ser moderado esto es un juego, mañana me resbalo y pierdo una final” y como quita importancia a su buen hacer “hacer bien mi trabajo es tan fácil como tener al lado a mi cuerpo técnico y al grupo de jugadores que he manejado este año”.
Lo que más llama la atención de él no es el que respire fútbol por cada poro de su piel, ni que controle como nadie a cada futbolista de las distintas categorías de nuestro fútbol, ni las propuestas de equipos que ya baraja para el curso que viene (le alejan del Celta), sino su tranquilidad para afrontar su futuro inmediato “sería injusto pensar en mi ahora con lo que se nos viene encima, además, mi futuro estará siempre en el club que simplemente me quiera contratar por como hago las cosas, y no porque haya ganado algo”.
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